Vasco Faísca: «Una mayor dimensión implica más responsabilidad, pero me atraen los desafíos»

Entrevista exclusiva con Vasco Faísca, técnico portugués que dirige al histórico CF OS Belenenses. (Imágenes: osbelenenses.com).

Al encontrarme con Vasco Faísca (1980, Lisboa) tenía la sensación de que iba a ver a alguien difícil de ubicar. Algarvio, tal y como nos explica, en el fútbol es un producto del Calcio italiano. Buen conversador, tiene muy frescos sus recuerdos, sus decisiones y las circunstancias clave.

Pese a su juventud, ya ha dirigido a equipos por todo el país, en tres categorías diferentes. Podemos decir que, como entrenador, está teniendo una carrera meteórica, desde que se retiró en 2017.

Muy pronto, en 2018/19 destacó en Olhanense (con 21 victorias en 31 partidos oficiales y un juego excelso en el Campeonato de Portugal) para ir al segundo equipo de SC Braga. Alverca y Farense, han sido el preludio hasta Restelo.

Como futbolista, se formó en Farense y Sporting y con 19 años se fue al fútbol italiano, donde pasó 14 temporadas. Con idas y venidas a Portugal, también representó a Loutinhanense, CF Os Belenenses y Académica.

Vicenza fue su primer equipo en Italia (entre 2000 y 2004). Posteriormente jugó en Pádova (también cuatro años), Ascoli (2010-2013) y Matera Calcio, Macetarense y Virtus en el tramo final de su carrera como entrenador.

Ambas facetas repasamos en la entrevista, a continuación les dejo con la entrevista:

Asumió el cargo como técnico de CF Os Belenenses en noviembre, ¿cómo ha sido su llegada al banquillo de Restelo?

Estuve, desde mi salida de Farense, fuera de lo que más me gusta hacer, unos ocho meses, aunque tuve algunas invitaciones. Sin embargo, cuando recibí la llamada de Belenenses, a pesar de la dificultad del escenario, lo tuve claro.

Tengo una ligación emocional con el club, ya jugué aquí, en 2005 y 2006, pero también sé que se trata de un equipo grande. Ha pasado por unos años no tan positivos, pero siempre ha estado creciendo y está de vuelta a los campeonatos principales.

Mi conversación con el presidente fue clave para comprometerme con el equipo. Me hizo sentir de que Belenenses supone una plataforma desde la que relanzarme, nuevamente, además de que supone un reto, un desafío. Las cosas difícil me atraen. Estoy seguro de que vamos a lograr la permanencia. Me atrae este desafío.

¿Ha encontrado un club muy distinto del que conoció como jugador?

No tanto. Se trata de un equipo grande en Portugal junto a Benfica, Porto, Sporting y Boavista. Tenemos una historia muy rica, por títulos y prestigio. Esta historia no desapareció, así como tampoco sus aficionados, que siguen ahí.

Hay seguidores de Belenenses en todo Portugal, también fuera. En otros equipos, esto es muy difícil de encontrar. Esta gloria está muy viva. Y supone un orgullo para mí y una gran responsabilidad.

Ha hablado del apoyo de los aficionados, si bien, son también muy exigentes…

Pero esto es normal cuando estamos en un club de esta dimensión. En cualquier parte del mundo, yo jugué en tres países, es igual, cuanto mayor es un club, mayor es el número de adeptos y, por lo tanto, hay más exigencia.

Muy pronto sentí que tenía la vocación de ser entrenador».

Estuvo jugando hasta los 36 años, ¿siempre tuvo claro que quería ser entrenador?

Sí. Decidí que quería ser entrenador con 24 años, cuando coincidí con un técnico que me mostró cuanta influencia podía tenerse en el rendimiento de un futbolista y de un equipo. Desde entonces miré a todos mis entrenadores con mucha curiosidad y sabiendo qué quería ser.

En los últimos años, siempre tuve un conflicto interno. Quería terminar por ser entrenador, pero disfrutaba mucho jugando. Fue una decisión difícil, si bien hubo una coincidencia.

Ya sabiendo que iba a jugar mi última temporada como profesional, tuve la lesión más grave de mi carrera, por lo que se reforzó esta idea.

Al terminar la temporada, lo primero que hice fue ir a la escuela de entrenadores. Comencé la preparación en Italia, los dos primeros cursos, y posteriormente, hice otros dos en Portugal.

Hizo de adjunto en Vilafranquense, pero muy pronto asumió el cargo de técnico principal en Olhanense…

El curso de nuestra vida, termina por ayudarnos en diferentes momentos. Estuve trabajando con Vasco Matos, que fue compañero mío en diferentes equipos durante la etapa de formación, ya estaba teniendo una carrera sólida como entrenador. Esto fue muy bueno para mí porque me permitió acceder a un círculo de entrenadores que me ayudó.

Llegué a Olhanense en 2019 porque tenía dirigentes italianos y esto me facilitó que allí se plantearan hacerme una oferta. Fue todo muy rápido y acepté mi incorporación, aunque pensaba que iban a proponerme el cargo para el año siguiente.

Muy rápido, porque en seguida saltó a SC Braga, ya en clara progresión…

Hago una media temporada que va bien con Olhanense. Comienzo la temporada siguiente y el trabajo también es bueno. En diciembre de 2019 fui para Braga. Es fútbol, porque puedes ir hacia arriba o hacia abajo en poco tiempo y, en este caso, fue positivo.

Tiene como 250 partidos oficiales en Italia, fútbol al que fue muy joven. Después volvió a Portugal, pero regresó, poco después. Nació en Lisboa, pero se formó en el Algarve, ¿de dónde es Vasco Faísca?

Soy algarvio, bueno mitad, porque mi madre es del Alentejo. Nací en Lisboa por una coincidencia, pero mi ciudad es Faro. He vivido en Lisboa, es mi tercera vez que vivo en Lisboa, pero me considero del Algarve.

Viví 14 años en Italia, lugar donde he pasado más años en mi vida adulta. Siento que tengo cierta italianeidad y estoy feliz con eso. Claramente he sido influenciado futbolísticamente por Italia, pero también a nivel social y personal. Llegó el momento de volver a Portugal pero sé que llegará el momento en el que entrene en Portugal.

Como técnico, soy la mezcla de la escuela italiana y la portuguesa».

En su plan de vida, como mucho portugueses, estaría jugar fuera pero, ¿cómo fue la decisión de ir a Italia tan joven?

Hice 14 años en Italia, siendo el futbolista portugués con más temporadas allí. No tenía el plan de quedarme allí, pero me fui quedando. Era el paso cierto que tenía que dar en mi carrera.

Comencé en Italia, volví a Portugal, pero después hice 10 temporadas seguidas en el Calcio. Tuve la idea de quedarme allí, no fue fácil volver, pero quise comenzar mi carrera de técnico en Portugal, porque creí que sería más factible.

Siendo un jugador algarvio tiene más mérito, porque siendo un jugador de la región, las oportunidades son más limitadas, ¿está de acuerdo?

Sí, es cierto. Por ejemplo, cuando jugaba en Farense fui convocado para la selección nacional sub 15 y esto era algo muy raro y difícil. Incluso en esa altura, no conseguí dar el salto.

Lo hice porque vine a Lisboa y llamé a la puerta de Sporting CP. Me presenté, dije que jugaba en Farense y pedí poder entrenar. Me dejaron y me quedé.

¿No hubo un observador que lo llevara?

No, no. Fui y eso fue todo. Pero es cierto que hay pocos jugadores algarvios en mi generación.

Además de Italia, jugó en Grecia, ¿cómo fue ese proyecto?

Otro episodio a comentar fue en Grecia, Platanias Chania, cuando coincidí con Vasco Fernandes, también algarvio, de Olhão. No nos conocíamos y por primera vez nos encontramos haciendo dupla de centrales en la liga de Grecia.

Fui allí porque un agente del sur me contactó, Pedro Faustino. Estaba en Ascoli y estaban buscando un central con experiencia. Sabía que había ya dos jugadores portugueses (el mencionado Vasco y Emidio Rafael) y varios españoles. Fue una experiencia divertida en la que logramos el objetivo.

Está en una etapa inicial de su carrera como entrenador, pero ya ha demostrado tener determinación. ¿A qué aspira como técnico?

En este momento, mi prioridad es Belenenses. Pero tengo objetivos marcados, como ser entrenador en la primera división. A partir de ahí, reformularé mis objetivos. Siempre he creído en estar alcanzando metas y entonces, plantear, una vez alcanzadas, nuevas miras.

Como técnico, ¿es de escuela italiana o portuguesa?

He querido tomar lo mejor de cada escuela. Fueron dos formaciones que me han dado mucho y sin duda, soy el resultado de ambas experiencia.