Maxime Domínguez: «Quiero seguir haciendo realidad mis sueños»
Entrevista exclusiva a una de las grandes sorpresas en la Liga de Portugal Betclic, el gallego Maxime Domínguez (Imagen: Gil Vicente Oficial).
La historia de Maxime Domínguez (Ginebra, 1996) con la Liga de Portugal ha sido la de un amor a primera vista. Ha impactado desde el comienzo de la temporada en un equipo en el que estamos acostumbrados al buen gusto desde hace años, hablamos de Gil Vicente.
Los casos de Fran Navarro (FC Porto), Adrián Marín (SC Braga) o Lucas Cunha (Red Bull), son el ejemplo de la proyección que ofrece el equipo de Barcelos. Maxime Domínguez, podría ser el siguiente caso.
Suizo de padre coruñés, en su infancia hay muchos viajes a Galicia, si bien desde muy niño perteneció a la cantera de Servette, a la postre el equipo con el que debutó en la élite. Zurich, Lausanne y Neuchatel son sus clubes en Suiza. Posteriormente, jugó en Polonia (Miedz Legnica y RKS Raków).
De momento hemos visto a un jugador hecho, que destaca en un campeonato muy físico, pero en el que la calidad es diferencial. Hombre de ataque, aporta lo más valioso al fútbol, gol. Tanto por dianas como por asistencias, Maxime Domínguez está fuera de control y puede firmar números muy llamativos al final del curso.
Inteligente, en el terreno de juego, impresiona lo rápido que piensa y decide. Fuera del campo se trata de una persona sencilla y tranquila. No sorprende esta mezcla, la hemos visto tantas veces en casos de éxito…
A continuación, les dejo con la entrevista:
Domínguez no suena mucho a Suiza…
Nací en Ginebra porque mi madre es suiza, pero mi apellido es español porque mi padre nació en La Coruña, así que soy 50% suizo y 50% español. Además, cuando era niño iba a menudo a A Coruña con mi familia. Guardo muy buenos recuerdos de Galicia.
Estoy muy feliz en Portugal»
Tiene experiencia previa en Suiza y Polonia, ¿qué le pareció el futbol portugués?
Jugué bastantes años en Suiza y dos en Polonia. Se trata de un fútbol muy diferente al de Portugal. Esperaba incorporarme a una liga muy parecida a mi forma de jugar y de ver el fútbol. Y no estoy nada decepcionado.
Es un estilo de fútbol que se adapta perfectamente a mí. Hay mucha calidad con el balón, lo que supone un gran cambio con respecto a mis dos experiencias anteriores en Suiza y Polonia.
Ha maravillado desde el primer momento, ¿Cómo lo explica?
Creo que la confianza de mi entrenador, Vítor Campeños, tiene mucho que ver con eso. Me siento importante y soy valorado por el cuerpo técnico y por mis compañeros, así que, eso me ayuda a rendir bien en el campo.
¿Lo esperaba?
Sabía que iba a ser un campeonato y un equipo que funcionaría muy bien con el tipo de jugador que soy. Pero que me vaya tan bien en mi primera temporada, era mucho. Estoy orgulloso y espero poder seguir ayudando al equipo
Lo vemos como un jugador de ataque muy completo a la hora de dinamizar el juego pero, ¿Cuál es su virtud más importante?
Me está gustando mucho este campeonato y destaca mi capacidad de adaptación. Es fútbol de ataque, así que, para un jugador como yo es ideal y, como he dicho, con la confianza del entrenador me ayuda a ser decisivo y a mostrar todas mis cualidades con y sin balón.
Se está adaptando a la liga, ¿y a Portugal?
Me encanta la vida en Portugal, vivo con mi mujer y mi perro en Povoa de Varzim, a 25′ de Barcelos donde entrenamos. El tiempo es estupendo y la comida muy buena. Soy muy feliz aquí en Portugal.
Transmite eso, desde luego. ¿Qué es lo mejor de ser futbolista profesional?
Me gano la vida con mi pasión y creo que eso es lo más importante. Me apasiona el fútbol y puedo vivir de él, así que soy alguien que vive de su sueño.
La confianza de mi entrenador es clave»
¿Y se puede decir que ha cumplido sus sueños?
Como gran competidor, siempre quieres más. Pero si ahora tuviera que poner fin a mi carrera, podría decir que he hecho realidad mi sueño de, en primer lugar, convertirme en profesional y, en segundo lugar, de jugar en una gran liga como la portuguesa. Todavía tengo varios sueños en la cabeza y espero que se hagan realidad.