Beto: «Llegué hasta aquí porque mi padre no me dejó tirar la toalla»
Entrevista exclusiva a Beto, guardameta internacional con Portugal que está de regreso a Leixões, un club fundamental en su carrera.
Beto (Lisboa, 1982) está de regreso a Leixões SC, club que le catapultó a la élite futbolística llegando a ser uno de lo guardametas más icónicos de la historia reciente del fútbol portugués.
Internacional con la selección lusa a lo largo de más de 10 años, siempre ha sido uno de los hombres fuertes en el vestuario, llegando a ser el capitán en un duelo oficial ante Escocia. Estuvo presente en tres mundiales y una eurocopa, conquistó la Liga de Naciones de 2019 y la medalla de bronce en la Copa Confederaciones de 2017.
Además ha disputado más de 500 partidos oficiales a lo largo de un pasaje que le llevó por Rumanía, España y Turquía, además de equipos lusos, además de los mencionados, como Sporting CP, SC Braga.
Pese a que debutó en la máxima categoría siendo ya un jugador maduro, a nivel de clubes ha conquistado 13 títulos oficiales, destacando 4 ediciones de la Europa League (una con FC Porto y tres con Sevilla FC) y 2 ligas (una en Portugal y otra en Rumanía).
De regreso a Leixões, Beto está firmando actuaciones que están llamando la atención en un proyecto ambicioso.
A continuación les dejo con la entrevista:
Después de un verano barajando muchas ofertas, ¿Por qué la decisión ha sido Leixões?
Quería volver a mi país, a la ciudad en la que está mi hijo. Llegaban ofertas de todo tipo, pero cuando surgió la oportunidad de regresar al club que me dio la oportunidad de volver a soñar con tener una carrera no lo pensé. Sentí que debería firmar aquí, por temas familiares y por una cuestión de agradecimiento, porque me dio una oportunidad buenísima en su momento, hace ya 15 años.
Además el proyecto parece interesante…
Esto me motivó mucho a la hora de decidir. La dirección tiene un proyecto ambicioso, con la idea de formar jugadores, para lo que están ideando una ciudad deportiva, y de volver a la Primeira Liga.
Después de más de 10 años, su gran trabajo en Goztepe en Turquía lo seguía llevando a la selección, ¿Jugar en la Segunda Liga supone despedirse de las convocatorias?
Quiero pensar que no. Mi situación de cara a la selección es más difícil, obviamente, pero siempre voy a mantener mi ilusión y mi esperanza. He tomado una decisión importantísima ponderando todos los condicionantes.
He regresado a Leixões para dar las gracias por la oportunidad que me dio hace 15 años»
Beto
Con 38 lo estamos viendo en una gran forma, ¿Cómo lo ha conseguido?
Pues con mucho trabajo. No solamente en lo que es el fútbol, sino también fuera de él. Es importante el descanso, además tengo un estilo de vida muy tranquilo, muy familiar.
Solamente tenemos un cuerpo y siempre lo he tenido claro. No tenemos piezas de repuesto, por lo que siempre me he cuidado. En este sentido, también es importante estar fuerte a nivel psicológico.
En este sentido, ¿Cómo ha sido vivir todos estos años con un nivel de exigencia tan alto?
Es lo mejor que un profesional del fútbol puede pedir. Es cierto que, puede llegar a desgastar, pero cuando decides dedicarte a esto tienes que saber que llegar al más alto nivel, supone afrontar esta exigencia, esta presión y saber llevar las críticas.
A veces se habla de la vida del futbolista pensando en el dinero y la fama. Pero nada más lejos, para llegar a esto hay un camino muy difícil. Por ejemplo, siendo adolescente, he tenido que dejar muchas cosas atrás.
Es verdad que he tenido muy claro lo que quería en mi vida, pero una vez que llegas, quieres seguir en ese estatus y el trabajo de la parte psicológica es muy importante.
Hay un momento en su carrera en el que iban pasando los años y la oportunidad no llegaba, ¿Pensó en algún momento que no iba a llegar a vivir con plenitud su profesión?
Pensé que no iba a llegar y cuando tenía 21 años incluso pensé en tirar la toalla…
Pelea, no dejes nunca de perseguir un sueño»
Mensaje que recibía Beto por parte de su padre
¿De verdad?
Hice toda mi formación en Sporting CP, en un contexto con todas las condiciones, jugando siempre para ganar… Salí para jugar en Chaves y no jugué casi nada. Terminé mi contrato y fui a Marco, un equipo del norte. No cobré durante 9 meses y me planteé dos cosas: «No voy a llegar y no me compensa».
¿Y qué le hizo no desistir?
Yo tenía responsabilidades financieras que no podía asumir y mis padres me ayudaban. Esto era muy difícil para mí y pensé en buscar otra cosa. Mi superhéroe no me dejó, mi padre siempre me decía: «Pelea, nunca en la vida desistas de un sueño».
Tantas veces me lo dijo, que aguanté hasta que llegó la oportunidad que me dio Leixões y por la que ahora vuelvo para dar las gracias.
Con este gesto puede ser una inspiración para muchos profesionales…
Ojalá, quiero dar un mensaje de que no todo es el dinero, no todo es el estatuto o la fama. No hay que olvidar a quién nos ayudó en su momento.
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